Cien errores con las mujeres

Por una vez en mucho tiempo… enero 10, 2011

Por una vez en mucho tiempo fue diferente.  Y es que ese viernes me sentí como hacía mucho no me había sentido, esta vez no era la noche típica en la que estaba (o terminaba) solo en la fiesta, esa noche estaba con alguien, con alguien a la que yo le gustaba.

Y es que los que han leído los post anteriores sabrán que mis historias no terminan con final feliz pero esa noche yo estaba abrazando a la chica más bella de toda la fiesta.  La gente susurraba como preguntandose ¿desde cuando estan juntos?, ¿como paso eso?.  Sentí la mirada de rabia de aquel que había intentado muchas veces salir con mi acompañante pero sin obtener nada.  Y ahi estaba yo, bailando con ella, sabiendo que yo le gustaba, contento de haber ganado la batalla con mi competidor.  Todas esas miradas hacía mí, los celos, las preguntas son algo que rara vez vivo pero esa vez sucedió.

Ahora lo que no he dicho todavía es que el abrazo y entrar como pareja en esa fiesta era una treta para que el susodicho competidor, que no era más que un viejo de 65 años, dejara de molestar a mi acompañante (y funcionó), todo lo que paso no fue más que el producto de un amigo haciendo un favor, también falta decirles que todas las mujeres en esa fiesta me llevaban 6 años o más  y que aunque era verdad que le gustaba a mi acompañante esa misma diferencia de edad no la dejaba convencerse a la idea que podía ser su pareja de verdad.

Pero ahí es donde no importa tanto si las cosas son de verdad o no, porque aunque la gente creyo en la farsa que tenían una pareja enfrente de ellos, esas sensaciones de admiración, curiosidad, celos, rabia eran tan reales como cualquiera, y yo tenía mucho, mucho tiempo de no sentirlas.