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Las flores perdidas de San Valentín febrero 16, 2012

Posted by Romeo Casanada in brutez, errores, ironías.
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Yo comprendo que cuando no eres lo que la otra persona quiere siempre hay una cierta sensación de incomodidad cuando dices un «me gustas» que no será correspondido, o te acercas hacia ella  y hay una reacción natural a mantener esa distancia (tipo principio de arquimedes: el acercamiento a una persona que no le gustas genera un alejamiento de la otra persona en la misma proporción ) o cuando le dass unas flores que buscan decir me gustas, dame una oportunidad y la otra persona las recibe sin la alegría en los ojos que el otro quisiera ver.

Todo eso lo entiendo. Lo que yo no entiendo es como pueden  recibir unas flores que ya no decían me gustas sino que solo querían agradar en son de amistad, que querían ser solo un detalle en un día de San Valentín y que ni siquiera reciba un simple gracias aunque sea en un correo o en un mensajito de facebook. Eso si, me cuesta entenderlo pero debería recordar que mis historias tienen el mismo final especialmente en el mes de febrero.

Pero no se perdieron las flores, al menos la floristería tuvo la decencia de enviarme la confirmación de recibido con la firma de la destinataria, la misma que dió la inspiración al post anterior.

Cuando te encuentras a la mujer casi perfecta febrero 7, 2011

Posted by Romeo Casanada in chicas, errores, reflexiones.
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Hay días en que todo parece que va a ser normal, y de repente conoces a una mujer con la que congenias rápidamente, y así sin pensarlo mucho la llamas y terminan saliendo, me sucede tan pocas veces, pero con ella sucedió.

Todavía recuerdo ese día frente al lago, hablando, acercándonos cada vez más, sintiendo esa sensación de que solo estábamos ella y yo, su mano en la mía, abrazados y justo cuando quieres que ese momento sea eterno, llega esa lluvia que interrumpe como hermano menor histérico y acaba con el preciado momento.  Y a pesar que salimos un par de veces más, fue ese día el único que creo pudo haber cambiado el resto de los otros.

Cuando pensaba en ella, Ana Lucía, reflexionaba que tenía la edad perfecta para mí, que le gustaban las mismas cosas, los mismos tipos de salidas, y sentía que podíamos conectarnos.  A mis amigos les caía bien y ellos a ella.  En las pocas fotos que salía con ella nos veíamos bien juntos y hasta mis amigas decían que así era. Hasta estoy seguro que si mis padres la hubieran conocido, les habría encantado.

Ahora en todo ello, solo hay algo que la hace ser casi perfecta, porque de nada sirve todo lo otro si ella (ya) no le interesas como pareja.  Tarde mucho en aceptarlo, pero finalmente esta hecho y hoy muchos meses después puedo decir que cuando te encuentras a la mujer casi perfecta, por mucho que te esfuerces o lo desees no es suficiente para tener algo verdadero.

Con esta canción que siempre que la escuchaba me recordaba a ella pongo punto final a la historia. Hasta acá.

Mientras más grande la ilusión… enero 21, 2011

Posted by Romeo Casanada in brutez, chicas, errores, recuerdos.
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Balance II cortesía de Westpark

Hay momentos en la vida que cambian el rumbo, o mejor dicho sólo te muestran lo que no te dabas cuenta, eso me sucedió cuando me enamoré de Raquel.  En ese tiempo y con 17 años encima, yo llevaba más de un año queriendo conocer a esa chica que se veía como la mujer ideal que siempre imagine.  Y como era de esperarse yo, Romeo chico tímido, no encontraba como acercarme a ella, como decirle ¡Hola!.  Pero sucedió la conjunción de planetas justo ese mes de navidad, mi grupo de amigos y yo realizamos una actividad para las fiestas navideñas y a uno de ellos (divina providencia) se le ocurrió invitar a Raquel, la cual si bien la habíamos visto siempre, no se llevaba mucho con nosotros, y así con la última invitada nos dispusimos a realizar nuestra contribución a la navidad.

Pase unos días con la sonrisa pintada como si el optimismo hubiere usado un marcador indeleble en mi rostro. Yo trataba de estar siempre con Raquel, conversar de cualquier cosa, a veces iba a dejarla junto a su casa después de reunirnos con el grupo. De más está decir que todo el grupo se había dado cuenta que ella me gustaba (¿Habrá sido por mi cara de borrego a medio morir cuando la veía?), y todo nos empezaron a molestar, a dejarnos solos en “momentos clave” a la vez que se escuchaba un murmullo picarón, ah como odiaba eso.

Con la inexperiencia obvia de chico tímido con chica bonita, no sabía si iba “avanzando” o no, mi corazón optimista (y menso) me decía que sí.

Llego la actividad y salió muy bien, todos contentos, intente buscarla para decirle lo que llevaba adentro por mucho tiempo pero se había ido, mañana será pensé, mañana es Noche Buena y el grupo hará una fiesta, que mejor noche para decirle que me gustaba, que la quería.

Y llego Noche Buena, la llamé para ir juntos a la fiesta… nunca la había visto así de bonita como ese día, con su vestido negro calcando su cuerpo y un toque de maquillaje que resaltaba su sonrisa y su cara de inocencia.  Raquel iba conmigo a la fiesta!!!! No lo podía creer.  Pero al salir de su casa, sucedió un cambio no previsto de planes. –Pasemos primero por la casa de Gustavo.. dijo ella. Será que ahí nos juntaremos con el resto del grupo pensé.

Al llegar, sólo Gustavo nos esperaba con su familia.  Después de los saludos, comenzamos a conversar de cualquier tontería, pero la conversación me resultaba rara, como si había algo que me había perdido, y sólo observaba como  la familia de Gustavo conversaba con Raquel con mucha cordialidad, alegría.  Luego, la radio toco una cumbia y sólo vi como Gustavo sacaba a bailar a Raquel, – baila con mi abuelita me dijo él con un dejo de risa sarcástica.  Y ahí estaba yo, sentado a la par de la abuelita, tratando de no atar los cabos que ya estaban a la vista, los cuchicheos y las risas, la desaparición del día anterior, el cambio repentino de planes… pero no podía, no quería atarlos.

Y finalmente llegaron mis amigos, la salvación de esa situación absurda en que me encontraba pensé yo, pero lo primero que escuche fue a una de mis amigas decirles ¡Felicidades, me alegra mucho por ustedes dos!!… ya no hacía falta atar cabos, ya no podía negar nada, y así fue como se acabo mi navidad esa noche, la ilusión de un mes perfecto, y el primer paso a sentir que sólo puedo cometer errores con las mujeres.

Nota aclaratoria: Con los años descubrí que Raquel no era una buena amiga, no era de fiar  y que eso que paso fue lo mejor que pudo pasar :D, a veces digo por lo menos no le gusto a las chicas malas, jajaja el problema que no le gusto a las otras :S

PS: Esta historia iba a compartir originalmente para el concurso de perdedores de Jota, pero después de un año que no la uso, preferí hacerlo yo, las disculpas a Jota.

La falla en el plan diciembre 26, 2010

Posted by Romeo Casanada in chicas, errores, recuerdos.
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Acabo de ver una foto en el facebook que me recordo la última vez que planee algo, y casi, casi funciona.

Era la boda de una amiga y sabia que Laura, con la cual habia salido dos veces siempre con esta otra amiga, estaría ahi.  Laura me gusto desde que la vi pero mi amiga nunca me quiso dar su telefono porque según ella, Laura no era para mi.  Pero ahora, ahi estaba ella invitada a la boda igual que yo, dos mesas cercanas a la mía, según decia la lista de invitados.

Y listo, ya tenía el plan. En la lista de invitados no habían muchos hombres, algo me decía que no tenía novio y que tendría ganas de bailar.  Simple, solo era de buscar el momento para bailar, cuando estuviera a punto de irse le diría que no se preocupara, que yo la llevaría a su casa, charlariamos en el camino, le pediría el teléfono y vivirían felices por siempre.

Llego el día de la boda, en efecto ahí estaba ella, no pasabamos de unos 4 o 5 hombres sin pareja y también ví que llego con una amiga, por lo tanto podia llevarla a su casa. Llego el inicio del baile y ella se acerco a la pista temblorosa por el frio; te presto mi saco le dije al acercarme y ella acepto con gusto.  También bailando se te quita el frio continue y ahi vi como esta historia no comenzaba perdedora como las otras, ahi estaba yo con la chica más linda bailando, ella viendose radiante y yo contento aunque extrañado de que saliera todo bien.  Pero toda carroza se convierte en calabaza y sono la primera campanada, «tengo sed ya regreso».  Esa frase segun los gurus de las citas significa ya me aburri de estar contigo, chao.  Pero mi optimismo vencio, es solo mi imaginación pense.  Laura volvio y la música sono otra vez en mis oídos, aunque por poco tiempo porque dos canciones despues me dijo estoy cansada.  Te acompaño replique.  La siguiente campanada la senti cuando me dijo: oye no tienes que quedarte conmigo puedes ir a bailar.  Aqui estoy estoy bien, fue lo último que le dije.  Luego dijo ya vuelvo y ahi fue el final de mi plan.

Volvi a mi mesa y lo único que pude ver fue que ella regresaba a la pista y alguien la saco a bailar.  Fin de la historia dije, pero no del todo. Antes de irme, cuando regresaba del baño la veo a ella en mi mesa, hablando con uno de mis vecinos de mesa que conocí ese día.  La voy a ir a dejar a ella, le escuche que dijo a sus amigos.  Ya se conocian pregunto la otra vecina de mi mesa.  No, nos conocimos hace unos minutos bailando.  Vamonos juntos dijeron todos ante lo tarde que era.  Y ahi estaba yo en mi carro, justo detras de ellos, esperando al resto, queriendo creer que eso no estaba pasando.

Resulta que el plan si funcionó, en efecto ella no tenía novia, en efecto Laura quería bailar y en efecto ella iba querer quedarse y que alguien la llevara a su casa, ella le daría su teléfono y quedarían de verse otro día.  Y como mi plan lo habría pronosticado, esa foto en facebook tendría un comentario de Laura como el que dice ahora: «el día en que nos conocimos». La dichosa foto es la que nos tomaron a mi mesa el día de la boda.

La única, pero la única falla en el plan es que no era yo al que iba dedicado ese comentario.

(Casi) 50 primeras citas agosto 18, 2010

Posted by Romeo Casanada in chicas, errores.
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Siempre he sido alguien tímido y de ahí que casi nunca me he animado a invitar a chicas que apenas conozco a salir, sin embargo, hace unos meses invite a salir a Ericka a quien conoci en el cumpleaños de una amiga.  A mis ojos era el tipo de mujer ideal para mí, llamativa, alegre, ingeniosa al hablar y también estaba buena.   Como cosa rara (sarcasmo) lo único que le pude decir en toda la noche fue: ¿Me puedes pasar el kétchup por favor?  Y claro se aparecía la gran letra L en mi frente.

Pero como no quise dejar las cosas así le pedí el teléfono a mi amiga, y ahí me tenían hablándole a una extraña de la que sólo sabía su nombre y había hablado... que diga… había estado en la misma mesa con ella para un cumpleaños.  Y aunque no lo esperaba resulto que fue muy amable conmigo y de vez en cuando la llamaba para platicar, hasta que una vez me dijo que sería divertido salir con nuestra amiga común. Y entonces, como tantas veces me ha pasado pensé que mi suerte había cambiado.

El problema era que mi amiga estaba de viaje, pero aun así quedamos en salir a tomar un café un sábado. Cuando le llame el sábado me dijo que una amiga había llegado de improviso a su casa y que no podía salir, que mejor durante la semana.  Le hablé el jueves todavía lleno de optimismo pero me dijo que estaba cansada, que mejor lo dejábamos para el otro fin de semana. Ella iba a salir de la ciudad pero al regreso podíamos tomarnos un café. Espere.  Ese domingo la llame dos horas antes de “la cita” pero me dijo que todavía venía de regreso, pero que nos habláramos en dos semanas.

Aunque ya empezaba a ver que mi suerte nunca cambia, ella me gustaba mucho, así que le volví a llamar el viernes. Como no me contesto pensé en ya no volver a llamarla, pero justo en esas estaba cuando ella me llamo y me dijo que si tenía tiempo, que podíamos salir el sabado.

Y otra vez le llame el sábado a media tarde para preguntarle a qué horas pasaba por ella y su respuesta fue: hey Laura(nuestra amiga) está de vuelta y me trae unos regalos pero sólo puede pasar por mi casa en la noche, así que ya no podre ir. Y fue entonces cuando llegué a la conclusión que estaba perdiendo el tiempo.  Y me moleste porque si en realidad no estaba interesada, que le costaba decir estoy ocupada los fines de semana, tengo mucho trabajo o cualquier otra indirecta que me hiciera ver que no quería ir.  PERO NO, en lugar de eso siempre me decía que sí y al final se arrepentía (por así decirlo)

Pero como la necedad está en mi sangre y una amiga me convenció de volverlo a intentar, le llamé 3 meses después, en realidad, le marque y justo después de la primera timbrada me arrepentí y quién diría que al solo colgar el teléfono me llamaría ella y todavía me preguntaría que porque le colgué. Después de usar una improvisada excusa y saludarla me conto que tenía novio, pero que sería bueno vernos de nuevo.  Ah para que contarles si se han de imaginar que aunque quedamos un día X, todavía a estar alturas nunca he salido con ella.  Lo único que me arrepiento es no haber insisto más que ese día, pude haber hecho un record de ver cuántas veces Ericka me decía que si y se echaba para atrás a último momento para así llegar a tener casi 50 primeras citas.

La Segunda Impresión julio 29, 2010

Posted by Romeo Casanada in chicas, errores.
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Siempre se dicen los libros, revistas, gurús y blogueros, que la primera impresión que se da a una mujer es muy importante para llegar a tener una relación con ella, y hay toda una serie de recomendaciones, tips, etc. para esos casos.  Pero lo que no dicen es que aun si se hace una buena impresión esa primera vez, se puede caer en el error (y era de esperarse que yo cayera) de la segunda impresión.

Sucedió a mediados de diciembre que mi amigo José me invito a bailar con sus amigas.  Yo conociendo mi suerte no guardaba muchas esperanzas de esa salida pero accedí. Al llegar a la disco ya estaba José con cuatro amigas y mi otro amigo David. Me toco sentarme en el único espacio vacío, justo a la par de Lucía.  Mi primera impresión de reconocimiento fue: “como lo esperaba no hay nadie que me guste”.  Me relaje y trate de disfrutar pero entre tragos, risas y secreteos descubrí que mi vecina de mesa era interesante, y como suele pasarme, mis ojos finalmente vieron esa belleza (por no decir, lo buena que estaba ella) que al principio no vi.

Lo que paso esa noche fue tan diferente a lo que siempre me ha pasado, esta vez era yo (y no algún amigo o competidor) el que bailo toda la noche con una recién conocida, que además de eso, nos quedamos conversando solos en la mesa mientras el resto bailaba.  Hasta mis amigos que sabían de mi poco éxito en esos menesteres me veían como el gran ganador de la noche. Aun a pesar de ello, solo al final de la noche pude concluir lo que jamás pensé al inicio de ésta, “le gusto”, yo Romeo le guste a una recién conocida, a Lucía.

Una vez confirmado con las amigas de José que si le gustaba a Lucía, busque esa segunda cita.  Y dado que las mismas amigas ya tenían planeada una salida el siguiente fin de semana no quedo otra que acompañarlas.  Esta vez no iba sólo por diversión, iba con el fin de concretar lo que tan bien me había ido el sábado anterior.  Pero cuando llegamos con José donde ellas estaban, ella estaba de lo más desinteresada. Solo obtuve un saludo de mala gana y la queja de porque no fui mas proactivo cuando la gente preguntaba dónde ir a bailar.  Al llegar, ella ya no quería bailar (conmigo) y paso sentada toda la noche, conversándome de su ex. Y así, vi como por arte de magia la ilusión de una semana se acababa.

Aunque claro para hacer más memorable el asunto, el resto del grupo jugaron a cupidos tratando de flechar a un Romeo apachurrado y a una Lucía exasperada.  Insistieron en tomarnos una foto a la “feliz” parejita y solo eran ganas de dejarnos solos. Y yo que aun pensaba la velada salvable se me ocurrió pedirle una última vez que bailáramos.  Después de rogarle (me odio por haberlo hecho) fuimos a la pista y lo que conseguí fue chocar con el resto de parejas ante mis descoordinados movimientos, la cereza del pastel.  Esa fue la segunda y última vez que vi a Lucía.

Tímido es el nuevo sexy May 23, 2010

Posted by Romeo Casanada in errores.
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Para las mujeres no hay nada más adorable que un hombre tímido, el cual a pesar que hace todo lo que puede para acercársele y tratar de abordarla, tiene poco éxito.  Al final como recompensa ante el fallido esfuerzo, la chica da el primer paso y todos felices.  Por otro lado el hombre tímido tiene para las mujeres un aire de misterio, nos hace ver tiernos, amorosos y no hay nada mejor que lanzar esa mirada tímida de reojo para ganarse su corazón.

Entonces, verdad que ser tímido es el nuevo sexy?……PUES NO ES CIERTO!!!, Bola de Losers! (recordando a Adal Ramones) y es que en realidad ser tímido es como una discapacidad, equivale a mandarte a la guerra sin fusil cuando estas frente a la batalla de la conquista.  Y si, algunas mujeres pueden decir que les gustan los hombres tímidos, pero eso funciona muy bien si el hombre es buen mozo, de cabellos dorados y sonrisa perfecta que acompaña a su perfil griego, o a lo mucho si es el tipo con el traje impecable que lanza su mirada nerviosa desde su BMW.  Pero si el hombre es como yo, un tipo ligeramente arriba del promedio (ante todo la modestia) y sin objetos valiosos de que alardear, el resultado es muy distinto.

A un hombre tímido “normal” (léase yo) ser tímido significa pasar desapercibido en la conversación si estas en un grupo, y al referirse a ti eres el que está a la par de Alex el bromista, o el amigo de Johnny el jugador estrella del equipo, o el vecino de Frank el Don Juan del grupo. Para la chica que te gusta pasas desapercibido, y siempre piensas en que le diré, como me le acercó, que digo para que por un momento su atención se centré en mí. Pero no, las palabras no salen, las acciones menos.

Hay muchos libros de seducción (se nota la necesidad de leerlos) y todos te dicen, no es importante si no es guapo o no tiene dinero, sólo debes llegar y saber que decir y luego te explican, pero he ahí el detalle que cuando eres tímido y callado, pues esos consejos no sirven de mucho. Y si hablo con mujeres, no malinterpreten, es sólo que siempre hay un aura de timidez que se me ve y que siento como un lastre, porque las chicas que me gustan generalmente buscan a hombres extrovertidos, al alma de la fiesta o a Mr. Interesante, en fin, este no es error pero sin duda no ayuda a la causa.

Les dejo este video, que demuestra mi punto de cuando a las mujeres les gustan los hombres tímidos, o habrá alguna que quiera contradecirme? 😉

El error original: La mujer ideal May 2, 2010

Posted by Romeo Casanada in brutez, chicas, errores.
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mujer ideal

En la vida nos enseñan que para cierto tipo de decisiones uno debe tener un grado de madurez para poder tomar la mejor elección evitando errores fruto de la brutez que a todo adolescente o joven acompaña. Así, los gringos te piden 21 años para tomar alcohol (cosa que es risible cuando a los 12 ya la vida sexual es historia vieja), en muchos lados piden  18 años para poder votar y decidir tu futuro, escoger una carrera, etc. pero nadie, nadie le dice a un niño de 10 u 11 años que es demasiado bruto para ponerse a pensar como es su mujer ideal.

Entonces, a mis 11 años sólo recuerdo que me dije: mi mujer ideal debe ser cabello castaño liso, de mi tamaño (claro q vaya creciendo con respecto a mi estatura), delgada, piel clara, bonita y listo. Eso era todo.  Y donde deje si quería que fuera comprensiva, fiel, inteligente, de buen humor?? Pues que esperaban, a esa edad, uno de niño no se fija en esas cosas. Ahh pero esa imagen se la lleva uno con los años y uno busca esa mujer ideal en físico, sólo para darse cuenta al final que es una mujer posesiva, engreída o cuando menos, descubres que lo único en común que uds. tienen es tomar el mismo bus camino al colegio.

Pero volviendo a mis 11 años después de esa decisión, yo jugaba como cualquier niño en la calle, cuando justo la vi pasar, era como la pensé, una chica de pelo castaño liso, 12 años a lo sumo, con una faldita que dejaba ver unas lindas piernas, y una blusa que mostraba cinco centímetros de piel entre ésta y la falda, que de haberla tenido de frente habría podido ver un delicado ombligo en esa delgada figura.  Fue por la premura del juego que sólo la alcance a ver de espaldas.  Maldiciendo la mala suerte al principio, mi instinto me dijo que regresaría. Así que jugué hasta que mis extenuados amigos me maldijeron por mi repentino ímpetu deportivo. Y ya todo cansado, sentado en el suelo y apoyado en una pared, regresó ella, la mujer ideal.

Mi corazón estaba latiendo a mil, sudaba como loco, mis amigos no eran más que siluetas de un paisaje borroso, ya no escuchaba nada..sólo quería ver su rostro y enamorarme de ella y justo entonces… me di cuenta que no era como esperaba, que la cara que venía de vuelta no concordaba con ese cuerpo que pasó la primera vez. Ah y eso que no escuche su voz (lo haría más tarde) porque todavía habría sido peor mi decepción.  Esa vez cometí 2 errores, uno fue el ser tan exigente como para que la chica fuera tan bonita como pensaba, y dos, pensar que con sólo esa lista de características encontraría a la mujer ideal.

Y es que los hombres no deberíamos basar nuestras decisiones dandole tanto valor a los parámetros físicos, pero me tomo mucho tiempo aprenderlo, aunque si lo ven, muchos todavía piensan así cuando les preguntan por su mujer ideal.